Cada terrario es una creación única ya que son piezas decorativas vivas hechas a mano. En el interior de cada cúpula, se ha creado un pequeño ecosistema que se autorregula de manera autónoma sin apenas necesidad de la intervención humana. Diferentes especies de seres vivos comparten un espacio y cooperan juntos para su supervivencia, ayudándose unos a otros. Todas las plantas que hay en el interior de la cúpula necesitan vivir en un ambiente húmedo, puesto que son plantas de origen tropical.